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Un café tan especial que sabe a chocolate, frutos rojos, durazno u otros sabores, sale desde el Chocó Andino hacia otros continentes y cautiva a los mercados internacionales. Por más de dos años, los productores locales conquistaron a 111 de los compradores más exigentes del mundo.

Ema Escobar, representante de la Asociación de Cafés Especiales del Ecuador, explicó que el café de especialidad tiene una valoración de 87 en una escala del 1 al 100. Y que ese café proviene de Quito, gracias a los cafetaleros del Chocó.

“Para ser productor de café se requiere mucha generosidad, mucha entrega, mucha pasión”, añadió Escobar.

Y es que de las parroquias rurales viene la mejor taza. En Gualea, Cecilia Asifuela ganó la Cata del Café de Quito en 2018. Vilma Peñaherrera, que cultiva en una hectárea de su finca, obtuvo el séptimo puesto en el evento “Taza de la Excelencia” con su “Café de la Peña”, que es un café de altura, porque está cultivado a más de 1 200 msnm.

“Nosotros, los caficultores del Noroccidente de Quito, producimos café de especialidad con aroma, color y sabor a trabajo digno y respeto a la naturaleza, porque estamos dentro de la reserva de biósfera del Chocó Andino, reconocida por la Unesco en el año 2018 como la séptima reserva de biósfera del Ecuador”, dijo Peñaherrera.

La Corporación de Promoción Económica – Conquito trabaja junto a los productores y el Municipio en la iniciativa “Café de Quito”, que reconoce la excelencia de los granos producidos por los agricultores del distrito. El proyecto cuenta con 150 productores y 400 hectáreas de café. La organización tiene estudios que demuestran que nuestro café es único en el mundo.

 

Un café tan especial del Chocó Andino

Fotografía vía “Diario Expreso”

 

“Su trabajo, su esfuerzo y productividad aportan a la construcción de un Distrito Metropolitano más diverso, más productivo y en términos generales mucho más exitoso en el futuro”, dijo Enrique Crespo, representante de Conquito, hacia los cafetaleros.

Por otra parte, la parroquia de Nanegal tiene el reconocimiento de la “Taza Dorada”. Ese hecho motivó a 79 productores para formar parte de la Asociación de Caficultores Río Intag (ACRI). Ellos producen 20 quintales por hectárea al año. La ACRI les paga USD 200 el quintal, mientras que la empresa “Café Vélez” les paga USD 240 por quintal. 

Ya mismo es la cosecha, puesto que esta se realiza en el segundo semestre del año.

¡Todos y todas bienvenidos a disfrutar de una deliciosa taza de café!